Entonces, el Primer Hombre estaba afligido cruelmente allí abajo en la Oscuridad. Cuando el Primer Hombre volvió en sí, rezó siete veces una oración al Padre de la Grandeza, y el Padre le escuchó cuando oraba. Por tanto, Dios le compadeció y llamó a la Segunda Evocación, la Amiga de las Luces; y la Amiga de las Luces evocó al Gran Constructor; y el Gran Constructor llamó al Espíritu Viviente – otra Potencia emanada de Sí Mismo.
Entonces el Espíritu Viviente llamó a sus cinco Hijos: el Titular del Esplendor de su Inteligencia, el Gran Rey de Honor de su Conocimiento, el Diamante de la Luz de su Razón, el Rey de la Gloria de su Pensamiento, y el Soporte de su Deliberación; estos vinieron a la Región de la Oscuridad y encontraron al Primer Hombre absorbido por la Oscuridad, él y sus Hijos.
Entonces el Espíritu Viviente llamó con una voz fuerte, y la voz del Espíritu Viviente se parecía a una espada afilada veloz como el rayo; y se convirtió en otro Dios y reveló la forma del Primer Hombre. Entonces le dijo: “¡Paz a ti, Oh bueno entre los malos, luz en medio de la oscuridad, dios morando entre bestias salvajes que no conocen su honor!” Entonces el Primer Hombre le respondió, diciendo: “¡Ven en paz, trayendo la mercancía de la calma y la paz! Él también le dijo: “¿Cómo les va a nuestros Padres, los Hijos de la Luz, en su Ciudad?” El Llamador le dijo,”Ellos están prosperando”; y bajando le dio una mano derecha y lo llevó fuera de la Oscuridad.
Then the Caller and the Answerer united and went up towards the Mother of Life and the Living Spirit; and the Living Spirit put on the Caller, while the Mother of Life put on the Answerer, her beloved Son; and they went down to the Earth of Darkness, to the place of the First Man and his Sons.
A continuación el Llamador y el que Responde se unieron y subieron hacia la Madre de la Vida y al Espíritu Viviente; y el Espíritu Viviente se puso al Llamador, mientras que la Madre de la Vida se puso al que Responde, a su Hijo amado; y descendieron a la Tierra de la Oscuridad, al lugar del Primer Hombre y sus Hijos.
– Capítulo 4 del Evangelio del Profeta Mani, Edición de Duncan Greenlees